Soy un ser que desde muy pequeña se topó con la felicidad de sentirse muy conectada con algo mucho más sutil que la densidades de este mundo. No todo fue un camino de rosas pues ver esos otros mundos te permite contactar a veces la luz en su máximo esplendor y en otras la sombra en su máxima oscuridad. Todo ¨VER¨ en ese sentido debe abordarse con gran respeto. Se podría decir que mi camino fue a la inversa. Primero tuve muchas experiencias pertenecientes al campo etéreo y luego con los años les di algo de forma consciente en distintos estudios que abordaría después. Comencé viendo seres de otras frecuencias antes de aprender a hablar bien. Canalizaba mensajes de seres superiores a mis 6 años de edad utilizando los distintos elementos sin saber exactamente qué era eso que hacía, o cómo se llamaba. Los portales se abrían y cerraban ante mis ojos haciéndolo algo familiar en mi infancia. Intuía que era delicado y posteriormente supe que lo era aún más. Tuve varias experiencias intensas con seres de otras frecuencias así como también varias regresiones espontáneas de alto impacto que me marcarían en mi camino de sanación personal. No sanaba una sola vida sino progresivamente remanentes pendientes de algunas anteriores en eventos traumáticos o de gran implicación evolutiva, todo lo que se evocaba y trabajaba me llevó a sensibilizarme con determinadas técnicas holísticas y de trabajo emocional inconsciente y espiritual de forma especial ya que algunas herramientas se adecuaban más a ciertas circunstancias que a otras. Muy pronto comprendí que estos mundos se preservaban mejor si guardaba silencio, pues las racionalidades escépticas amenazaban con cuestionarlas a cada paso. Si hubiese hablado de todo lo que vivía y me sucedía desde esas otras frecuencias a destiempo y con las personas equivocadas probablemente hubiese bloqueado ciertas conexiones en mi vida adulta. Agradezco el lugar de donde vengo, pues mis raíces físicas, psíquicas y energéticas están muy unidas a las tribus Indígenas del Amazonas y América, así como también a la alquimia de los visionarios europeos y esa mezcla pronto se encendería dentro de mí como una llama inagotable en mi búsqueda de información y formaciones afines a lo que me sucedía desde muy niña. La consecución de varios procesos catárticos, profundos y sanadores a lo largo de mi vida se alinearon con el pasar de los años y me mostraron que mi destino era entregarme al servicio de los demás como canal, como medio de vida y como vocación. La valoración por el lenguaje y universo matemático que me inculcó mi padre y mis experiencias con la geometría y los números 3, 6 , 9, 11, 13 y 33 me mostrarían más adelante su impacto vibracional, numerológico y existencial. Mi sueño siempre fue flexibilizarme de manera multidisciplinar a la ayuda de los demás abriéndome en abanico canalizado y adaptativo a cada caso, eso aunado a ciertas concepciones del desdoblamiento del tiempo y la incidencia del observador hallado en la física cuántica me hicieron gestar el nacimiento de una técnica que denominé: ©Chamanismo Akáshico K92. ¨ En la sencillez de la conexión purificada y consciente hallé el camino.¨